El comer tiene un motivo
La categoría culinaria del grupo de matrimonios alcanza ya el nivel de leyenda. Sin embargo, no podemos olvidar que la comida es ante todo expresión simbólica de comunión, fraternidad y entendimiento de los manjares espirituales que se comparten en el grupo. De ahí que la mesa del buen plato (o fuente, o sartén de migas, o lo que toque) no sea más que un pequeño colofón a la mesa de la Palabra, la Oración y la convivencia fraterna. Como muestra, ponemos el vídeo de la comida que siguió al último encuentro de oración. No sólo como recuerdo curioso sino para recordarnos que una cosa es inseparable de la otra. Bueno, como propaganda del grupo no está mal, pero seguro que es mejorable. Espero los comentarios sobre este asunto...